Si bien todavía puede adquirirse un Nexus One a través de las operadoras móviles, la versión liberada que solo se podía comprar a través de la web de Google, desapareció hace un tiempo pero ha resurgido como el fénix porque los encargados de Android han decidido utilizar y distribuir el Nexus One como el smartphone oficial para que los desarrolladores de Android puedan testear sus apps en él.
Para acceder a estos Nexus One liberados es necesario estar registrado como desarrollador de Android aquí (y pagar 25$). Una vez conseguida la licencia de desarrollador oficial, puedes comprar en la web de Android un flamante Nexus One por unos 400€. Es un precio ligeramente más caro que la antigua versión para el público pero hay que tener en cuenta que ahora es un móvil enfocado a desarrolladores de software y su fabricación (si es que no están vendiendo los excedentes de la última remesa producida) es más limitada.
Esta nueva consideración del Nexus One le aporta un elemento elitista y hermético lo encumbra como móvil de culto solo accesible a unos pocos privilegiados que podrán disfrutar del que fue, durante un tiempo, el smartphone más avanzado, superando incluso al iPhone 3GS. Un móvil que supuso un hito en el desarrollo de hardware por parte de HTC y encauzó el mercado de dispositivos basados en Android.
Con todo esto, el Nexus One ya es una leyenda geek de los teléfonos móviles y yo tengo más ganas que nunca de hacerme con una de estas joyas.