Mi hermana me dejó ayer la tarjeta de su cámara de fotos para que se la formateara, no porque ella no sepa sino porque es una vaga. La tarjeta en cuestión es una Werlisa SD de 2Gb. Una tarjeta baratucha que compró sin consultarme, en la misma tienda de fotografía donde consiguió la cámara hace ya más de 3 años.
En vez de seleccionar con el botón derecho la tarjeta, montada en mi ordenador, para formatearla, me fui a la Utilidad de discos, que es el software de Red Hat que viene en Ubuntu para controlar los /dev/sdX, unidades montadas y demás. La verdad es que no sé por qué opté por este camino en vez de hacerlo de forma más simple con un comando o con el botón de formatear.
El caso es que cuando seleccioné la tarjeta me encontré que en el mapa de particiones había, obviamente, la partición de 2Gb y al lado, un espacio sin particionar del doble de espacio!
Al principio pensé que se trataba de un error pero no fue así. La tarjeta de 2Gb en realidad tiene 6Gb, un tamaño un poco extraño para una SD, que además no es HC (en principio).
Eliminé la partición de 2Gb para dar formato a los 6Gb que de hecho puede almacenar. La he probado, funciona perfectamente y la cámara reconoce los 6Gb.
A partir de ahora voy a comprobar minuciosamente cada unidad de almacenamiento que compre; a ver si hay suerte y me regalan un 200% de la capacidad nominal.