2012-05-15

Experiencia con el SAT de SONY Xperia

Como muchos sabeis, hace un par de meses adquirí un SONY Xperia S, el cual, me está dando verdaderos dolores de cabeza.


Todo empezó cuando, por mala suerte, me aparecieron las manchas amarillas en la pantalla. Envié el teléfono al SAT como dije en la entrada anterior señalada... y me han denegado la garantía.


El teléfono tiene un cuidado perfecto, ni un solo golpe... lo único que se le hizo fue liberarle el bootloader para instalarle la actualización .73 que aun no llegaba por OTA. ¿Que pasa ahora? Que SONY se niega a repararme un fallo de hardware alegando que el software está modificado. Igual había que enseñar a los técnicos de SONY como diferenciar error de hardware con error de software.

Una cosa es que yo hubiera mandado un móvil que no encendía... o con un verdadero fallo de software, pero el fallo que a mi me ocurre es un fallo de hardware, por si fuera poco, reconocido por SONY como podemos leer en europapress: 

Todo esto son escusas que está utilizando SONY para ahorrarse mi reparación. Tengo una TV Sony Bravia... una PS3... varios teléfonos viejos Sony-Ericsson, un teclado bluetooth SONY comprado hace nada que pienso devolver... Después de esto, no pienso volver a fiarme de Sony, me parecía una buena marca, pero, con perdón vuestro, me ha dado por el culo de una manera que difícilmente olvidaré.

Si alguno de vosotros compra este terminal, os dejo un link que me ha pasado mi amigo @8AlexFCB en el que explican como saber distinguir si el vuestro tendrá el fallo o no, y si lo tiene, ANTES DE HACERLE NADA, tramitáis garantía, que SONY pague por sus errores.

Con todo esto, ahora tengo el móvil esperando presupuesto para una reparación de mi bolsillo, eso si, va a caer una denuncia a SONY y a ARVATO (SAT de SONY) por lo que me han hecho, por reírse de mi.

Lo peor de todo es que por culpa de, seguramente, 3 INCOMPETENTES, estoy cogiendo odio a mi Sony Xperia S... y tardaré en, una vez lo tenga, si es que llego a tenerlo alguna vez, cogerle cariño... y ya no creo que jamás llegue a la altura de mi querido Nexus One con la pegatina de Intel Xeon.